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La pura vida (a unas cuadras de los muertos)

Los Zetas, que se nombran con una letra, pero a los que no imagino leyendo demasiado, quisieron irrumpir en la gran fiesta de las buenas letras de México y América Latina, para dar un escarmiento/lección/advertencia a sus rivales del cártel del Pacífico.

Lo hicieron en su lenguaje favorito que es el de la muerte y la crueldad. Asesinaron a 26 personas y dejaron sus cadáveres a unas cuadras de donde cada año —desde hace 25— se celebra la Feria Internacional del Libro.

Quisieron así responder a sus adversarios que habían hecho una atrocidad similar hace unas semanas en Boca del Río, justo los días previos a otra reunión importante que atraería los ojos de los medios y los mexicanos.

Los asesinatos en Guadalajara se juntan con los de Sinaloa unos días antes, y los granadazos en Ciudad Victoria de ayer, también presuntamente cometidos por zetas, y que revelan que la presión gubernamental y de sus rivales sobre el cártel fundado por militares desertores comienza a desesperados.

En esa disputa la única ganadora será siempre la barbarie.

Una horas después del incomprensible acto, a unos metros, comenzó lo que hoy por hoy es —que nadie lo dude— la fiesta cultural más grande y exitosa de México y sus alrededores.

Y comenzó como se debe:

Leo a políticos, intelectuales, periodistas y miembros del gabinete indignados con las palabras del gran Fernando Vallejo al recibir su premio el sábado. ¿Cómo que no votar? Se preguntan algunos, siempre políticamente correctos, cuando leen el nuevo tercer mandamiento vallejista. ¿Cómo está eso de no reproducirse? Se indignan los mochos cuando leen el primero. ¿Las policías priistas semillero de cárteles? ¿Calderón indigno de su puesto? Gulp. ¡Que se dedique a escribir, no a opinar! Exclaman priistas y panistas.

Los eventos sucedidos en Guadalajara en estos últimos días son ejemplo perfecto de la paradoja en que vivimos últimamente.

Al lado de nuestra cotidiana violencia están los miles que desfilan en medio de los stands repletos de libros. De las decenas de salones grandes y medianos y pequeños repletos de público para escuchar escritores, expertos, hablando de libros y literatura. Los que hacen largas, larguísimas filas para obtener el autógrafo de una autor.

Los asistentes se toman fotos con escritores como si fueran estrellas del pop. Libros que se compran, se comparten, se discuten, se leen.

Para símbolos: Redentores, el libro de Enrique Krauze, será presentado por Javier Sicilia.

La democracia es una primavera en el invierno, dijo Javier ayer en Guadalajara.

Creo que la FIL es nuestra primavera de vida en el invierno de la violencia.


Twitter: @puigcarlos

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