OEM.- El Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) celebra este mes el aniversario 19 de la apertura del Museo de Arte en Orizaba, considerado entre los más importantes a nivel nacional, ya que ofrece un recorrido por más de 200 años de arte veracruzano a través de su invaluable acervo artístico, además de contar con una de las más importantes colecciones que existen en México sobre el arte del siglo XIX.
El acervo aporta al conocimiento del arte mexicano la obra producida por autores veracruzanos, quienes recrearon, a través sus imágenes, el entorno y la sociedad de su tiempo con un estilo propio y característico de lo que podría llamarse Escuela Veracruzana de Pintura, que tuvo como principales centros de producción durante el siglo XIX las ciudades de Orizaba, Tlacotalpan y Xalapa.
En este recinto, el visitante encontrará retratos pintados en lámina por autores anónimos (alrededor de 1835), que representan a las familias y en los que la finura del dibujo y la expresión ejemplifican la modernidad de la concepción creativa y anuncian el quehacer futuro de los talleres veracruzanos.
Cabe destacar que el tema del retrato en la época es prueba de la burguesía que crecía aceleradamente y el paisaje es muestra de la búsqueda decimonónica de una imagen propia.
Dentro del museo destacan obras de los más importantes artistas orizabeños que se formaron en la Academia de San Carlos de México, como José Justo Montiel, Fidencio Díaz de la Vega, Ramón Sagredo y Tiburcio Sánchez; y de la primera mitad del siglo XX, sobresalen las obras de los reconocidos artistas, también académicos: Ignacio Rosas y Gonzalo Argüelles Bringas, así como los artistas tlacotalpenses Alberto Fuster y Salvador Ferrando.
Destaca igualmente la muestra de la maravillosa producción realizada a finales del siglo XIX y principios del XX por los maestros Eugenio Landesio, Juan Cordero, José María Velasco Carlos Rivera y José Obregón; del español José Escudero y Espronceda (activo en México entre 1870 y 1900); de los catalanes José Cusachs, quien alcanzara renombre internacional como pintor de batallas, y Joan Bernardet y Aguilar, llegado a México a finales del XIX y radicado en Veracruz hasta su fallecimiento, autores de una gran producción relacionada con el paisaje veracruzano y retratos de la sociedad veracruzana de su tiempo.
Por lo que se refiere al inmueble que alberga el museo, el antiguo Oratorio de San Felipe Neri, es una de las creaciones finiseculares más representativas con su rica decoración en relieve de argamasa, construido a finales del siglo XVIII, con el propósito de rendir culto a la Virgen de Guadalupe y abandonado definitivamente en 1860 por los oratorianos felipenses.
El edificio ha sufrido desde su construcción constantes modificaciones por los sucesivos terremotos y cambios de uso; en 1862 funcionó como hospital de caridad; con la ocupación francesa, como hospital de sangre; a la caída del segundo Imperio, como hospital para niños desvalidos, y partir de 1873 funcionó como hospital de ambos sexos hasta que el terremoto de 1973 dejó el edificio prácticamente en ruinas.
Fue en 1992 cuando el gobierno del Estado llevó a cabo la restauración del inmueble, que consta de dos claustros y tres patios con una superficie de 4 mil metros cuadrados, para funcionar como museo de arte, abierto a la población veracruzana y visitantes nacionales y extranjeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
tu comentario es importante para el auditorio y para este espacio, opina libremente