Los organizadores de los Juegos Centroamericanos y
del Caribe viven una pesadilla: Sin recursos ni tiempo suficientes para
construir la infraestructura necesaria, se limitan a remodelar instalaciones
vetustas. Además de los problemas de logística y organización, el gobierno del
estado de Veracruz enfrenta un panorama muy difícil por la violencia del crimen
organizado, que se refleja en delitos de alto impacto, como el asesinato de
periodistas, y la descomposición social.
XALAPA, VER.- (Proceso).- La idea de que los Juegos
Centroamericanos y del Caribe (JCC) Veracruz 2014 serán los mejores de la
historia es sólo una fantasía propalada por el gobernador Javier Duarte de
Ochoa y el director del Comité Organizador, Dionisio Pérez-Jácome. A poco más
de 400 días de la inauguración de las competencias sólo se ha iniciado una obra
y el gobierno federal se niega a canalizar más recursos, pues aún no se
comprueban las partidas millonarias ya asignadas.
Desde cualquier perspectiva es notoria la
desorganización. Por falta de tiempo y dinero ya no se construirán nuevas
instalaciones, como el estadio de atletismo en Boca del Río. Apenas se
remodelarán las existentes.
Pese a este panorama adverso, por instrucciones de
Mario Vázquez Raña, los Centroamericanos no cambiarán de sede. Pase lo que
pase.
En la entidad se ha enseñoreado la inseguridad por
las acciones del crimen organizado. A esto se añaden los asesinatos de
periodistas, el escándalo por el uso electorero de la Cruzada Sin Hambre, y que
en las elecciones federales por primera vez en la historia el PRI no ganó en
Veracruz. El gobierno de Duarte simplemente no puede con el compromiso de los
Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
A 15 meses del certamen el panorama es incierto.
Salvo el velódromo, que se construye en esta ciudad desde hace un año, la mayor
parte de los inmuebles destinados al acontecimiento deportivo muestran un grave
deterioro por abandono. Para colmo, tampoco hay avances significativos en el
resto de las obras.
El ejemplo más alarmante de este desorden es el
estadio de beisbol Beto Ávila, donde juega el campeón de la Liga Mexicana de la
temporada 2012, Rojos del Águila de Veracruz, propiedad de la familia Mansur…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1922 de
la revista Proceso, actualmente en circulación.
El reloj que marca el inicio de los Juegos Centroamericanos.
Foto: Yahir Ceballos
La unidad deportiva Carlos Serdán. A reconstruir. Foto:
Yahir Ceballos
La unidad deportiva Leyes de Reforma. A reconstruir. Foto: Yahir Ceballos
El diamante de beisbol en la unidad deportiva Carlos Serdán.
A reconstruir. Foto: Yahir Ceballos
Los terrenos y las casas de los atletas, en veremos. Foto:
Rubén Espinosa
Lo que llevan del velódromo. Foto: Rubén Espinosa
La pista de atletismo. Foto: Yahir Ceballos
La unidad deportiva Hugo Sánchez. Foto: Yahir Ceballos
El estadio xalapeño. Daños en las gradas. Foto: Rubén
Espinosa
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