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Elba sin PRI o PRI sin Elba


Carlos Puig.- Desde hace meses que nada se mueve en el PRI sin la autorización de Enrique Peña Nieto.

Ni un nombramiento, mucho menos la designación de un candidato. La esperanza de triunfo les ha devuelto a los priistas la disciplina de antaño. Todos tienen claro qué oficina necesitan visitar si quieren una candidatura, un puesto.

Así que culpar a Pedro Joaquín Coldwell —para exonerar a Peña Nieto— del fin de la alianza entre el PRI y el Panal, como han querido hacer algunos, es hacerse tontos.

Algo le estorbó a Peña Nieto (o a Elba) del pacto firmado.

Tal vez algunos principios de rebelión en algunos estados donde el Panal, en sus tratos con Moreira, se había servido con la cuchara grande. Chiapas, por ejemplo. El ex presidente priista, también maestro, se había formado en las filas del SNTE, aunque su relación con la señora Gordillo había tenido baches larguísimos. El pacto electoral con el Panal era una de las cosas que más presumía el de Coahuila.

No dudo que ahora que el PAN ha dado un golpe de astucia —al menos en las encuestas— con la designación de Isabel Miranda de Wallace al Distrito Federal, y la manera en que las izquierdas resolvieron su candidatura, el PRI revise con urgencia el pacto por el que habían regalado la primera senaduría del DF al negocio llamado Partido Verde. Beatriz Paredes y Peña necesitan los votos del Distrito Federal.

(Paréntesis: por lo menos tres veces le preguntó Pepe Cárdenas a Rosario Robles si era cierto la especie que corre hace semanas de que será candidata priista al Senado. Rosario, amiga y consejera de Peña Nieto hace mucho, no le dijo a Pepe que no. Dijo que no hablaría de lo que no le habrían ofrecido.)

Habrá que ver en los próximos días y semanas cómo quedó la relación de Peña Nieto con Elba Esther Gordillo.

Pero está claro que con el PRI, Elba parecía jugarse su única carta. Josefina Vázquez Mota y ella sacan chispas y con López Obrador no puede verse.

Ernesto Cordero, desesperado por su lío interno, pareció insinuar en sus declaraciones del fin de semana que el PAN debería analizar rescatar al partido de la señora Gordillo. “En política —dijo Cordero— siempre hay que estar abierto a cualquier posibilidad”.

“Los maestros podrán votar por quien quieran”, leo en los periódicos del domingo declarando al presidente del Panal, Luis Castro. Y agrega que llevarán candidato propio a la presidencial, que hasta ayer imaginábamos entre tres.

Si el rompimiento con Peña es verdadero, gane quien gane, el próximo diciembre podrían cambiar las cosas para la educación en México.

Cualquiera de los ganadores se podría sentar frente a la lideresa sin pactos previos ni deudas.

La —enorme— fuerza e importancia del magisterio y su sindicato frente a las ideas y fuerza del habitante de Los Pinos. Como debe ser.

Twitter: @puigcarlos

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