Un problema que no hemos podido erradicar en Tuxpan es el de la basura, y es que aunque al inicio de esta administración se obtuvieron nuevos camiones recolectores y se llevo a cabo la instalación de contenedores en cada rincón de la ciudad, hay algo que penosamente le falta a la sociedad tuxpeña, me refiero a DEPOSITAR LA BASURA EN SU LUGAR, lo digo por que a diario se observa que aunque la gente tenga a una cuadra un deposito, muchos han preferido optar por la vieja costumbre, ¡que lo recoja el barrendero!, es por ello que es necesario analizar, qué es lo que nos falta como sociedad, para poder erradicar estas malas costumbres que nos han invadido y que hasta la fecha se transmiten de generación en generación como si fuera “una gran costumbre local”.
Para muestra dos botones o dos ejemplos:
El día jueves de la recién semana que paso, deambulaba por el centro de la ciudad y una señora llevaba de la mano a un pequeño, el comía unas frituras y por la falta de atención de la madre al niño se le cayeron todas las papitas, el infante corrió a levantarlas, a ciencia cierta no sé si para comerlas o simplemente para no dejar sucia la banqueta, la madre enojada le dijo, ¡deja eso ahí! El niño se levanto y volteo a su alrededor, al parecer sintió pena de haber ensuciado todo, de nuevo se escucho que le gritaban ¡deja eso ahí, que no te importe si te mira la gente! Sin la mínima autonomía el niño no tuvo otra opción que pararse y volver a tomar la mano a su mama y los dos siguieron su camino. No cabe duda que como ya lo dije, las malas costumbres también son parte de nuestra cultura, esa misma decidía y falta de conciencia por conservar limpias las banquetas no deja de contagiar a las nuevas generaciones.
Otra de Basura:
Una tarde caminaba por el boulevard, y al igual que muchos automovilistas que esa tarde transitaban por nuestra riviera, una camioneta se dirigía rumbo a la playa, dentro del vehículo iban el padre al volante, la madre de copiloto y dos pequeños en los asientos traseros, los niños comían trolelote, y para mi suerte en el momento que pasaron, uno de ellos se termino el suyo, le entrego el recipiente vacio al padre y este a su vez se lo entrego a la mamá, parecía que era el juego de la papa quemada, en donde se pasaban el vaso como si este fuera a explotar. Una vez que el recipiente llego a la madre esta no dudo ni un instante, y con el vehículo en movimiento arrojo su basura en plena arteria vehicular, me quede sorprendido de la capacidad de toma de decisión de la mamá, no dudo ni un instante para arrojarlo, esperemos que ella tampoco sufra en temporada de lluvias de los estragos que dejan botellas, bolsas, y otros de los objetos que frecuentemente son arrojados en la calle y llenan las coladeras que sirven para desfogar el agua lluvia.
En conclusión, hay dos opciones, una, podemos regresar a la vieja costumbre (muy buena por cierto) en la que por las mañanas se veían a las madres de familia salir a limpiar su parte de banqueta que les tocaba, casi era pecado y se cuestionaba a los que no la mantenían limpia, podemos volver a ella, o acuñar la segunda opción, ser participes de las malas costumbres que ahora son las que mas arraigadas se tienen entre nuestra sociedad.
Dejar la basura en un bote no es un esfuerzo descomunal, comprendamos el problema que ocasionamos si seguimos llenando las calles de basura, el rio no es un contenedor acuático para desechos, en el no se reciclan las botellas, ni tampoco sirven para su ecosistema, como decían los antiguos letreros que ponían en el boulevard, coopera “NO SEAS PUERCO”
Si tienes un anécdota que compartir, o si desarrollas alguna actividad que contribuya al reciclado u otra actividad que nos ayuda a combatir el problema de la basura con gusto atendere tu comentario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
tu comentario es importante para el auditorio y para este espacio, opina libremente