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Humberto Moreira, quien renunció hoy a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tenía ya muchas semanas de gran desgaste, pero cayó en el momento en que Enrique Peña Nieto cortó con la tijera, como lo consideró Jesús Silva-Herzog Márquez.
"Fue claro que apenas pudo resistir muchos periodicazos, muchas denuncias de los panistas, del PRD, incluso críticas de Manlio Fabio Beltrones, del senador Francisco Labastida (ambos priistas), pero en el momento en que Enrique Peña Nieto hizo explícito que ya no le servía el liderazgo de Moreira duró unas horas más", anotó el analista político en su colaboración con Denise Maerker esta tarde.
Destacó que hasta el momento no hay una aceptación de culpa, ni de Moreira, ni del ex gobernador del Estado de México, solamente se está advirtiendo que hay un desgaste político, se sigue sugiriendo que esto se trata de una campaña orquestada en los medios de comunicación y Moreira se despide entre porras y batucadas.
"Creo que es una decisión tardía, pero que puede ser benéfica para el PRI, Peña Nieto ya no va a tener que empezar cualquier entrevista dando cuentas de Moreira y explicando por qué sigue ahí. En ese sentido se quita una piedra del zapato la candidatura de Peña Nieto", precisó Silva-Herzog Márquez.
igq
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