Xalapa, Ver.- El danzón vive en el alma de Veracruz; por eso mantiene su vigencia a través de las generaciones. Este baile de salón, proveniente de la contradanza francesa, nació en Matanzas, Cuba. Es un ritmo bailable rápido, creado por el compositor matancero Miguel Failde y Pérez en 1879 y que en la actualidad forma parte de la música tradicional de Cuba y México, especialmente de Veracruz.
En el año de 1791 se gestó en Haití una revolución de esclavos de los centros azucareros contra la explotación de los patrones franceses. Muchos emigraron hacia Cuba y llevaron consigo idioma, costumbres y manifestaciones artísticas.
El primer danzón conocido es titulado A las alturas de Simpson, que fue escuchado por primera vez el 1 de enero de 1879 en el Liceo de Matanzas; lo interpretaba una “orquesta típica” de viento, que contaba con cornetín, un trombón de pistones, un figle, dos clarinetes en Do, dos violines, un contrabajo, dos timbales y un güiro criollo. La orquesta estaba dirigida por Miguel Faílde que era el autor del pupu.
El nombre danzón proviene del aumentativo de danza, ya que cada pieza es más larga que la de cualquier otro género. Con las pesadas vestimentas de la época, las mujeres comenzaban a sentirse mal, al grado de desmayarse, fue entonces cuando se le adicionó al danzón una parte musical denominada “estribillo”, la cual era aprovechada por las mujeres para descansar, galantear y abanicarse.
El danzón llegó a México por el año 1890 por Yucatán, extendiéndose después a otras zonas; reafirmó gran popularidad en México gracias a la afluencia de músicos cubanos como la Orquesta Aragón, Beny Moré o Dámaso Pérez Prado, que llegaron a ser un elemento activo en la vida cultural de ese pueblo.
El puerto de Veracruz es donde mayor arraigo ha tenido este género. El danzón fue traído al estado por los inmigrantes cubanos y actualmente forma parte importante de la cultura y tradición veracruzanas.
Tan pronto las partituras llegaron al puerto, muchos músicos y compositores trabajaron sobre este género tropical; en el Puerto de Veracruz, la Danzonera Pazos y la Banda de Marina del Puerto, dirigidas por Camerino Vásquez y Luis Cardona Rojas, instauraron la costumbre de tocar danzón en el zócalo dos veces por semana. Actualmente, esta convivencia se ha vuelto una tradición. Todos los jueves y sábados desde las 19:30 horas los amantes de este género se reúnen para disfrutar de una tarde de danzón.
Otro lugar importante en la historia del danzón es el barrio de La Huaca, donde surgió el dicho popular “El buen danzón se baila sobre un ladrillo”, que nació por los concursos de danzón en los cuales la pareja ganadora recibía como premio un corte de tela para la mujer y para el caballero, un cajón de cerveza sobre el cual bailaba la pareja ganadora, demostrando así que eran los mejores y alardeaban de su triunfo. En esta misma zona nació también a la conocida frase “¡Hey, familia, danzón dedicado a…!”.
El danzón fue inspiración para filmar una de las películas más reconocidas y representativas de Veracruz en el país y en el mundo, Danzón, que ha obtenido numerosos reconocimientos y que muestra la tradición y el encanto de esta tierra.
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