¿Qué le pasa a Peña Nieto?

El aspirante del PRI a la Presidencia está cerrando el año con el pie izquierdo. Parece empeñado en exhibirse y disminuir la amplia ventaja que tiene con respecto a los demás suspirantes presidenciales. Tropieza cada tercer día con sus propias palabras, se muestra nervioso y desatinado. Parecía invencible, para sus rivales, pero a este paso ya no se antoja imposible que lo alcancen. Y no por mérito de algún precandidato o partido, sino por los propios errores de Peña Nieto. El mexiquense es víctima de sí mismo.

El suspirante priista ha vivido la peor semana, en términos políticos, en lo que va de su carrera. No sólo se prestó a respaldar en público al desprestigiado ex dirigente priista Humberto Moreira e incluso lo defendió, sino que fue incapaz de citar tres libros en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y su equipo –apoyados por una hija del priista que llamó, en twitter, despectivamente “bola de pendejos” y “prole” a quienes criticaron a su padre- se encargó de convertir el error en toda una crisis.

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Pero ahí no paró Peña Nieto. La semana pasada cometió un error de novato: engancharse en un pleito con el presidente. El mexiquense reprochó a Calderón sus comentarios (sobre la intromisión del crimen organizado en procesos electorales, particularmente Michoacán) y le pidió “prudencia”. Lo mandó callar, pues. Peña Nieto parece olvidar la suerte que corrieron Roberto Madrazo y Andrés Manuel López Obrador por pelearse con el mandatario en turno, Vicente Fox. Los ciudadanos castigan a quien se confronta con el presidente, sin importar quien sea. La figura presidencial parece intocable.

Pero la desastrosa semana no terminó ahí. Enrique Peña Nieto dio una entrevista al diario español El País. En ella, volvió a exhibirse como alguien lejano a la ciudadanía. En la conversación, el suspirante priista fue cuestionado sobre los precios de algunos productos básicos y tropezó. Equivocó al señalar que el salario mínimo mensual en México es de 900 pesos, cuando para 2011 ronda los 1,740 pesos.

Pero aún hay más. En la misma entrevista, Peña Nieto trastabilló al hablar de su alianza electoral con Elba Esther Gordillo y su franquicia electoral, Nueva Alianza. El suspirante tricolor demostró que no sabe con quién signó su acuerdo.

“El PRI hizo la alianza con un partido, Alianza Nacional, no con una persona”, dijo Peña Nieto al referirse, en realidad, a Nueva Alianza.

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Enrique Peña Nieto parecía imparable. Se veía fuerte y confiado de cara a 2012. No era para menos, todas las encuestas lo colocan como puntero en la todavía joven carrera por la Presidencia. Pero algo cambió en la percepción en torno a la figura del ex gobernador del Edomex.

Peña Nieto había logrado disfrazar ante buena parte de la opinión pública, con la ayuda de sus principales aliados -Televisa y las revistas del corazón-, sus limitaciones como gobernante, aunque en realidad, su labor al frente del Estado de México dejó mucho que desear.

Peña Nieto deberá hacer un alto en el camino y revisar lo hecho la última semana, porque a este paso seguirá tropezando y cayendo. El peor error que podría cometer es creerse invencible, intocable. Y lo peor que podrían hacer sus seguidores es colocarlo en un pedestal y justificar sus limitaciones.

Todavía no arrancan las campañas, y hacia fuera crece la percepción de que, en efecto, Peña Nieto no es más que un producto alimentado por la mercadotecnia, que sin guión no es capaz de mantenerse a flote. El mexiquense se mete el pie solo y, ante sus constantes errores, sus rivales encuentran tierra fértil para repetir que el priista no es más que el rey del teleprompter.

¿Qué le pasa a Peña Nieto? Ni los propios priistas atinan a explicarlo. Pero más vale que encuentren la respuesta pronto, porque la competencia está por comenzar.

¿Ustedes cómo la ven?

Vengan sus participaciones.

Publicado en el Universal.com por @ MLopezSanMartin.