Compartir English Portuguese Spain

Es inútil correr policías

Duda Razonable-Carlos Puig

Hace unos quince años, conocí bien a un instructor de los cursos de formación de la Policía Judicial Federal. Eran tiempos en que Antonio Lozano, panista y procurador, había aumentado significativamente el tiempo de formación y ampliado las materias. Ética era una de las nuevas materias que los futuros judiciales tomaban.

Después de varias sesiones el instructor me dijo lo que le había dicho al procurador: imposible. No hay nada que hacer. Es un problema de materia prima.

Es decir: los que querían ser policías judiciales era porque querían aprovechar el puesto, el nombre, la placa para de una u otra manera abusar. Era una manera de hacer dinero sencillo o tener poder. Podría uno formarlos dos años, darles ética por horas y horas, que el alumno sólo lo veían como un obstáculo más o menos incómodo.

Usted pregúntese, querido lector, a quién conoce cuya ambición en la vida es que su hijo sea policía judicial. Porque españoles, chilenos, americanos, colombianos sí tienen esa experiencia. No hace poco tuvimos la discusión en México era que nos parecía horrible que un universitario quisiera ser policía. No nos quejemos entonces de la calidad de nuestras policías.

Desde hace muchísimos años cada nueva administración en la Procuraduría descubre el agua tibia y soluciona su problema de corrupción e ineficiencia queriendo correr a cientos de judiciales. Siempre pasa igual. O por vía del amparo y otras rutas legales los mismos policías se quedan en sus puestos —ahora agraviados por la institución— o los nuevos que son contratados llegan con las mismas intenciones que los que se fueron. Por cierto, la utilización del amparo para ser reinstalados es un hábito en policías locales y en juzgados, donde muchas veces no se puede correr a elementos corruptos o ineptos. El amparo los protege.

Esta ocasión, bajo la procuradora Morales no hay mucha diferencia. Se van cientos, por no haber pasado ciertos exámenes o evaluaciones de sus superiores; estos amenazan con ir a las cortes y en forma paralela la institución comienza lo que anuncia como —una vez más— proceso amplio de reclutamiento a nivel nacional.

Medina Mora también había hecho una purga y ya vendrá el próximo procurador para correr a los que hoy estén contratando.

El ciclo es el mismo que hemos visto en las policías estatales y municipales. Y la verdad es que en ninguno de esos cuerpos hay cambios palpables.

Se le ha cambiado el nombre —hoy los judiciales son ministeriales, o los estatales de Nuevo León son Fuerza Civil—; se han comenzado a dar ciertas mejoras en las condiciones laborales; pero el fenómeno en lo sustantivo no cambia.

En otros países la respuesta ha sido la centralización. No el “mando único”, sino las policías nacionales. Un sólo cuerpo policiaco, creado de cero.

Fue la primera intención del presidente Calderón, pero nunca lo propuso formalmente y todo quedó en un híbrido complicado y hasta hoy irrealizable llamado mando único.

Puede entonces la procuradora correr a cuanto funcionario y policía quiera, que correrá la misma suerte que han corrido otros procuradores y alcaldes y gobernadores.

Es una solución equivocada para un problema añejo.

Twitter: @puigcarlos

Comparte esta Publicación

votar

No hay comentarios:

Publicar un comentario

tu comentario es importante para el auditorio y para este espacio, opina libremente