NO HAY PLAZO que no se venza y finalmente el año entrante el Presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador Javier Duarte de Ochoa inaugurarán la autopista México-Tuxpan, por lo que dicha ciudad será la playa y el Puerto más cercano al Estado de México, así como de la capital de la República. Así, el transporte de carga y de pasajeros se hará en un tiempo record de tres horas a lo mucho. Aunado a lo anterior, está la obra de la autopista Tuxpan-Tampico, cuya primera piedra colocó Duarte de Ochoa en el primer día de su mandato.
Pero esos no son los únicos proyectos que detonarán el desarrollo económico de ese municipio. Hay mega inversiones en materia de construcción de plataformas petroleras, las nuevas exploraciones en aguas profundas que acaba de anunciar Pemex, la inauguración de nuevos hoteles, el relanzamiento del turismo, entre otros tantos planes que tiene la iniciativa privada para esa región.
Y todo le tocará impulsarlo, disfrutarlo y presumirlo a Javier Duarte y al alcalde tuxpeño Alberto Silva. Pareciera como si los astros se hubiesen alienado a favor de ambos políticos veracruzanos.
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