El artefacto estalló en una zona turística de la ciudad de Veracruz, la tarde del domingo pasado (EFE).
Por Rodrigo SoberanesMiércoles, 17 de agosto de 2011 a las 22:10
VERACRUZ (CNNMéxico) — El hombre que murió por un estallido el pasado domingo en Veracruz cubrió la granada con su cuerpo para proteger a su esposa y dos hijos, quienes aún están en terapia intensiva en un hospital de esa ciudad.
El secretario de Salud de Veracruz, Pablo Anaya Ribera, compareció una vez más ante los medios para informar sobre las mejorías en el estado de la mujer de 38 años y sus hijos de cinco y cuatro años, lesionados mientras paseaban en una zona turística de Veracruz.
"La noticia que tenemos es que se tiró encima de la granada y eso evitó que hubieran mayores daños. De por sí las lesiones son graves, hubieran sido de magnitudes más grandes".
El funcionario informó que la vida de las tres víctimas está fuera de peligro, y habló de las dificultades que ha tenido el cuerpo médico al enfrentarse a "heridas de guerra", algo que nunca había ocurrido en ese hospital, dijo.
"Son tipos de lesiones a los que no estamos acostumbrados. Son lesiones de guerra. Son lesiones con armas del Ejército, esas no son para la sociedad, son restringidas al Ejército, no son armas comunes que utilice la sociedad".
El personal del Hospital General de Alta Especialidad está habituado a recibir heridos de bala pero no a atender lesiones de esta índole "que normalmente son mortales", expuso Pablo Anaya.
Así, al recibir la noticia del estallido frente al Acuario de Veracruz, una de las principales zonas turísticas del puerto, se habían tomado precauciones para una situación más difícil.
La niña de cinco años —quien quedó más grave— está momentáneamente fuera de peligro, luego de sufrir traumatismo craneoencefálico y ya fue extubada, recibe "indicaciones primarias" y responde, sus signos vitales están estables "y no hay complicaciones de ninguna índole".
Su hermano de cuatro años, con traumatismo facial, ya respira por sí mismo y se alimenta vía oral. No obstante, ambos siguen en terapia intensiva mientras que su madre será dada de alta en cualquier momento.
La zona del Hospital General es custodiada por unas 20 patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes vigilan a la familia de las víctimas, que se hospeda en las cercanías.
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